Ya sea que tenga cuarenta o tantos años o simplemente se acerque a su cuarta década, la pérdida de peso es posible. Pero debe planear por adelantado, hacer un ejercicio más inteligente y comer una buena dieta llena de nutrientes clave que mantendrán su cuerpo joven y fuerte. Use esta lista de lo que debe y no debe hacer para perder peso después de los 40, incluidos consejos de dieta, planes de comidas y rutinas de acondicionamiento físico para obtener y conservar el cuerpo que se merece.
Consulte a su médico
Cuando llegas a la edad de 40 años, comienzas a notar cambios significativos en la forma en que tu cuerpo se ve y se siente. Por supuesto, algunos cambios, como el pelo gris y las arrugas, son cambios cosméticos que no necesariamente afectan su salud médica. Pero otros cambios, como un aumento de peso o en las áreas de su cuerpo donde tiene peso, pueden tener un impacto en su longevidad.
Motivación saludable para bajar de peso más de 40
La pérdida de peso puede jugar un papel importante en su bienestar general y su capacidad para envejecer bien. Cuando vaya a su chequeo anual o antes de comenzar una dieta, hable con su proveedor de atención médica acerca de cómo su peso afecta su riesgo de ciertas afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, presión arterial alta y cáncer. Luego, averigüe si la pérdida de peso podría disminuir su riesgo o mejorar su salud.
Es posible que pueda disminuir su riesgo de enfermedad o incluso dejar de tomar ciertos medicamentos si pierde peso. Y tener esa información importante puede ayudarlo a mantenerse motivado cuando la pérdida de peso se convierta en un desafío.
No culpes (completamente) a la menopausia
¿Los cambios menopáusicos afectan su peso? Muchas mujeres luchan con la pérdida de peso antes, durante y, a veces, incluso mucho después de la menopausia. El aumento de peso en este momento puede estar relacionado con cambios en sus hormonas. Pero también es un momento en el que muchas mujeres realizan cambios en sus rutinas diarias que pueden afectar su peso.
Por ejemplo, después de que los niños se van de casa, algunas mujeres no están tan ocupadas durante el día con actividades físicas sin ejercicio como cargar comestibles, levantar canastas de ropa y otras tareas domésticas. Y muchas mujeres comienzan a disfrutar de ciertas actividades pausadas que pueden contribuir a cambios en la escala, como salir a comer más a menudo, disfrutar de vacaciones más largas o pasar más tiempo relajándose y leyendo libros.
Evalúe su estilo de vida para asegurarse de que un cambio en sus hábitos diarios no afecte su peso. Considere obtener un rastreador de actividad para averiguar cuántas calorías quema cada día y asegurarse de que su balance de energía no esté fuera de control. Incluso puede evaluar su gasto calórico a lo largo del día y agregar actividad durante los momentos en que tiende a ser más sedentario. Los cambios simples pueden hacer una gran diferencia en su metabolismo.